Lo más extraordinario es que yo no sé lo que es un exámen extraordinario.
Mi mamá era una generala, de esas que Hitler hubiera tenido gustoso al frente de la SS.
Claro, si había un 7 en mi boleta o en algún exámen o en algún ejercicio de mi cuaderno ameritaba un castigo de los que hoy me apeno en confesar.
Pensar en un 6 era... ¿le digo que me saqué 6 o me suicido? Me salía menos doloroso el suicidio. Y no es cuento.
Pero bueno, dicen por ahí que no todo lo bueno se hereda (modestia aparte. Este primer año de secundaria de mi hija Agnese fue, en pocas palabras, UNA VERDADERA PORQUERÍA. Un insulto, vaya. Completa y absolutamente similar al que vivimos desde el punto de vista económico en el que no crecemos, nomás nos estancamos, perdemos y aprendemos a administrar nuestros tres frijoles.
Para pronto: reprobó introducción a las ciencias, matemáticas y francés. Las demás las aprobó porque sumaron décimas de aquí y de allá para alcanzar(con muchos trabajos) una calificación entre 6 y 6.9.
Hoy la llevé al colegio a presentar un par de extraordinarios.
Cuando regresó me djo: ¿Ya estás contenta?
Y, la verdad es que no. ¡¡La incertidumbre me come!! Debo esperar a mañana para conocer la calificación de uno y al miércoles para saber del otro.
¡¿¿HASTA MAÑANA?? Pues que sí, que así es... y mientras tanto??
Ya la reinscribí, ya compré la lista de útiles para segundo de secundaria (no he forrado nada... qué tal sino pasa?
Y ¿¿sino pasa??? No tengo lugar en ninguna otra escuela y del miércoles al próximo lunes (cuando inician clases) faltan sólo dos días. Así que prácticamente no hay nada que se pueda hacer.
¡Ay madre! Este año voy a heredar tus prácticas hitlerianas. Hoy a lo lejos entiendo muchísimas cosas y te comprendo cada vez más.
Pues yo no tengo hijos (aunque me encantaría ser madre pronto); pero sí tengo madre y mientras cursé la secundaria pocas veces la vi en casa. Luego de que mi papá muriera las cosas cambiaron, se modificó el interior de los tres habitantes restantes para no volver a ser como antes. Mi hermano dejó de ser indómito y maleducado para convertirse en un adulto hermético. Yo dejé de ser la niña berrinchuda y chismosa para convertirme en una adolescente clavada en los libros y temerosa de la vida. Mi madre ??? Trabajaba más de 12 horas diarias, con una hora para ir por nosotros al colegio, darnos de comer y esperar que, por nuestro bien, hiciéramos la tarea sin que sus ojos estuvieran sobre nosotros. Las cosas cambiaron, no sé si para bien o para mal. Mantener becas, entregar maquetas dignas de concurso... y mi hermano y yo solos.
ResponderEliminarAsí es, señora mía, la necesidad nos hace sacar la casta, las garras. Ni mi hermano ni yo queríamos perder a nuestros amigos ni nuestra escuela y tuvimos que chingarle solos y muy duro para merecer becas de por vida.
Ahora veo las cosas y sé que mi madre hizo lo correcto. Mi padre ??? Probablemente también hizo lo correcto en esta vida que le tocó compartir con nosotros.
A qué voy ??? Necesidades, señora mía !!! Agnese debe crecer en la realidad. La realidad es que si no le chingas no sobrevives. Y si quiere seguir en el camino que sus padres, usted, le dan ahora debe sacar la casta, el carácter. No quedarse en el "extraordinario", sino aspirar siempre a ir por más, por lo mejor. Ella tiene con qué y estoy segura de que lo logrará.
A usted le dejo mi admiración como mujer y le pido que ayude a la princess a ver la vida con otros ojos, más reales y poderosos. Ella sabrá qué camino tomar.
Le quiero