Se acabó y por fortuna tuve suerte. Lo volví a oler y me dio tiempo de tomar distancia y de meditarlo.
Como lo había imaginado y como me lo confirmaron, me despidieron.
Hoy en la mañana pensaba lo difícil que fue caer de la nube a punta de pedradas... ni modo, así es la vida.
Ahora busco chamba como imbécil... bueno, no es para tanto porque si lo hago así menos voy a encontrar.
Me he sorprendido mucho estos días. Hay personas a las que no les quiero decir qué es lo que estoy buscando y a otras les cuento con gusto los lugares a donde he ido a entrevistarme. ¿Será que todos estamos buscando y el primero que encuenta el bolillo (aunque duro) no le dice al otro por miedo a que se lo vaya a robar? Posiblemente.
Me siento tranquila pero lo anterior me está desconcertando. ¿Por qué no confío igual en algunos amigos?
Me tomé unos días para estar en cama con mi hija que ha estado enferma. Cuando la miro y veo a mi Bruno entiendo que soy feliz y que con eso basta.
PD Si alguien conoce a alguien que quiera pagar las cuentas, las facturas, vaya, aquí estamos con gusto para ofrecerle crédito ilimitado de PUERCOMATIC.
Hay una teoría de Auro Baqueiro que dice que cuando uno tiene un pan y lo comparte con una o dos personas, se siente bien siendo generoso. Pero conforme la mesa se empieza a llenar y el pan no aumenta de tamaño, el ser humano empieza a pelar los dientes al de al lado... naturaleza humana.
ResponderEliminarBueno, pues yo pienso que lo peor que puede pasar en esta vida es perder la confianza en la gente.
ResponderEliminarA penas ayer un jovencillo me dijo así muy convincentemente que porfas me vendía una tarjeta de teléfonos que tenía 12 pesos, "porfa, es que mira no acompleto para el estacioamiento y son 26"...
Cual madre Teresa de Calcuta saco mi monedero y le doy los 12 pesos, me da la tarjeta y dice "puede checarla aqui en el teléfono" y baja corriendo la escalera.
Ajá, la tarjeta se veía medio doblada del chip y ahi voy cual ingenua a probarla... en efecto, "tarjeta inválida"!!!!!!!
Si, cual debe, mi novio me puso como lazo de cochino, no por los 12 pesos, no por la tarjeta sino por andar confiando, "te pudo haber arrebatado el monedero y todo por andar de confiada", me dijo... ya con mi regaño a cuestas escuché un bueno, ya no te preocupes, a lo mejor era verdad".
Ese a lo mejor es lo que marca la diferencia y la esperanza que no debemos perder.
Ya nos escribimos pronto, abrazo ;)